Esta ciudad se encuentra ubicada en el sur de Polonia. La mayoría de gente que decide visitarla es porque esta de viaje por Hungría o la República Checa. Dentro del apartado que ver en Cracovia explicaré los lugares que más me impresionaron o los que considero indispensables visitar si pasáis unos días en la ciudad. Esta lista esta ordenada de más importante a menos, por lo que si pasáis solo un día intentar ver lo primero de la lista.
Ubicación
Auschwitz - Birkenau
Cuando uno llega a la entrada de este lugar y ve forjado en la puerta el lema Arbeit Macht Frei ( El trabajo os hará libres ) le recorre por todo el cuerpo una sensación de tristeza y agobio que pocos lugares en el mundo son capaces de transmitir. En parte por lo influenciado que estamos de las películas y de lo sobrecogedor que es el lugar, uno no puede más que respirar hondo y cruzar la puerta que nos conducirá por unas horas al verdadero infierno. Para crear una atmósfera más difícil de sobrellevar el cielo estaba completamente nublado y unas pequeñas gotas de agua nos caían sobre nuestras chaquetas, más tarde hablando con otras personas que habían visitado el campo me comentaron que sus días también habían sido nublados y tristes, quizás en este lugar jamás salga el sol.
Sin lugar a dudas visitar el campo de exterminio de Birkenau debería ser obligado para todo el mundo, pero también reconozco que es sobrecogedor y en algunos momentos difícil de digerir. En mi visita al campo de Birkenau cuando estábamos en uno de los barracones de presos escuchando una historia que contaba el gúia y la lluvia caía débilmente sobre el tejado, una de las mujeres que formaban nuestro grupo de visita rompió a llorar, en ese momento el guía se calló, se generó un silencio que jamás he vuelto a vivir, solo se escuchaban los sollozos de la mujer. Cuando se pudo calmar, contó al grupo que su abuelo había muerto allí mientras que su padre consiguió sobrevivir a ese horror y que por primera vez se había atrevido a visitar ese infierno que su padre le contaba. Cuando el resto de integrantes del pequeño grupo volvimos en sí nos dimos cuenta de que todos teníamos lagrimas en las mejillas, escuchar ese relato en ese lugar fue algo que jamás olvidaré. Por todo esto quiero decir que aunque no es un lugar agradable si es un lugar que recomiendo visitar.
Para llegar a Auschwitz desde Cracovia hay que ir a la estación de autobuses que hay junto a la de trenes y allí veréis que sale uno cada dos horas, es importante que sepáis que el nombre del pueblo en polaco es Oswiecim, por lo que tendréis que buscar el autobús que os lleve allí, y justo antes del pueblo para en la puerta del campo donde deberéis bajar. La entrada al campo es gratuita pero yo recomiendo sin lugar a dudas la visita guiada que por sólo dos euros os llevará durante todo el campo acompañado de un guía que no sólo os explicará todo sobre el campo sino que os contará historias de los propios presos. Cuando yo estuve los guías no estaban en castellano, pero quizás eso haya cambiado con el paso del tiempo.
El complejo esta dividido en dos campos, primero encontramos el de trabajo conocido como Auschwitz, donde veremos los lugares donde vivían los presos, las dependencias de los militares, y algunos lugares de tortura. Aunque impresiona nada tiene que ver con el campo II, el conocido campo de exterminio.
A unos 2 km del primer campo se encuentra Birkenau (Auschwitz II), este lugar es el que hemos visto en infinidad de películas como la Lista de Schindler, es básicamente un campo de exterminio. Inicialmente las vías del tren llegaban hasta las puertas del campo, allí se elegían a las personas más fuertes para trabajar y el resto iban a Birkenau para ser gaseadas y posteriormente incineradas, pero viendo que la guerra se empezaba a perder, los alemanes pusieron nuevas vías de tren por lo que al final el vagón entraba dentro de Birkenau y los presos iban directamente del vagón hacia la cámara de gas y después sus cuerpos eran quemados en crematorios. Durante la visita haréis el mismo recorrido que hacían los presos mientras el guía os contará como pasaba todo. Para terminar la visita entraréis con él en uno de los barracones donde vivían. Por respeto al lugar en muchas partes de la visita no se permite hacer fotografías.
Es indudable que el lugar no es una visita normal ni agradable, pero si se quiere entender parte de la historia del siglo XX es indispensable conocerlo.
Sin lugar a dudas visitar el campo de exterminio de Birkenau debería ser obligado para todo el mundo, pero también reconozco que es sobrecogedor y en algunos momentos difícil de digerir. En mi visita al campo de Birkenau cuando estábamos en uno de los barracones de presos escuchando una historia que contaba el gúia y la lluvia caía débilmente sobre el tejado, una de las mujeres que formaban nuestro grupo de visita rompió a llorar, en ese momento el guía se calló, se generó un silencio que jamás he vuelto a vivir, solo se escuchaban los sollozos de la mujer. Cuando se pudo calmar, contó al grupo que su abuelo había muerto allí mientras que su padre consiguió sobrevivir a ese horror y que por primera vez se había atrevido a visitar ese infierno que su padre le contaba. Cuando el resto de integrantes del pequeño grupo volvimos en sí nos dimos cuenta de que todos teníamos lagrimas en las mejillas, escuchar ese relato en ese lugar fue algo que jamás olvidaré. Por todo esto quiero decir que aunque no es un lugar agradable si es un lugar que recomiendo visitar.
Para llegar a Auschwitz desde Cracovia hay que ir a la estación de autobuses que hay junto a la de trenes y allí veréis que sale uno cada dos horas, es importante que sepáis que el nombre del pueblo en polaco es Oswiecim, por lo que tendréis que buscar el autobús que os lleve allí, y justo antes del pueblo para en la puerta del campo donde deberéis bajar. La entrada al campo es gratuita pero yo recomiendo sin lugar a dudas la visita guiada que por sólo dos euros os llevará durante todo el campo acompañado de un guía que no sólo os explicará todo sobre el campo sino que os contará historias de los propios presos. Cuando yo estuve los guías no estaban en castellano, pero quizás eso haya cambiado con el paso del tiempo.
El complejo esta dividido en dos campos, primero encontramos el de trabajo conocido como Auschwitz, donde veremos los lugares donde vivían los presos, las dependencias de los militares, y algunos lugares de tortura. Aunque impresiona nada tiene que ver con el campo II, el conocido campo de exterminio.
A unos 2 km del primer campo se encuentra Birkenau (Auschwitz II), este lugar es el que hemos visto en infinidad de películas como la Lista de Schindler, es básicamente un campo de exterminio. Inicialmente las vías del tren llegaban hasta las puertas del campo, allí se elegían a las personas más fuertes para trabajar y el resto iban a Birkenau para ser gaseadas y posteriormente incineradas, pero viendo que la guerra se empezaba a perder, los alemanes pusieron nuevas vías de tren por lo que al final el vagón entraba dentro de Birkenau y los presos iban directamente del vagón hacia la cámara de gas y después sus cuerpos eran quemados en crematorios. Durante la visita haréis el mismo recorrido que hacían los presos mientras el guía os contará como pasaba todo. Para terminar la visita entraréis con él en uno de los barracones donde vivían. Por respeto al lugar en muchas partes de la visita no se permite hacer fotografías.
Es indudable que el lugar no es una visita normal ni agradable, pero si se quiere entender parte de la historia del siglo XX es indispensable conocerlo.
Nova Huta
Si te gusto la película Good Bye Lenin, debes vivir esta experiencia única. Este lugar es el sueño de cualquier amante de la época comunista. Durante mucho tiempo recorrí Europa visitando todos los lugares que tuviesen algo que ver con la época comunista y no hay ninguno como este. En sí no es más que una ciudad levantada de la nada por los obreros comunistas en la época de los 50, tienen sus típicos edificios grandes y grises, sus plazas enormes donde albergaban las estatuas de sus líderes y el aspecto gris de todas las ciudades construidas por el imperio de la URSS. Pero hay una gran diferencia con respecto a otros lugares parecidos, en este se puede hacer un tour durante todo el día y vivir la experiencia de sentirse como un obrero comunista de hace 50 años. Todo esto esta organizado por la compañía Crazy Krakow Guides. Cuando nosotros los visitamos hace ya muchos años no eran más que unos amigos con unos coches antiguos haciéndote pasar uno de los días más extraños y divertidos que jamás recuerde. Había visto por la televisión algo en un programa de viajes diferentes pero no salían en ninguna guía de viajes, ni tampoco por internet, por lo que no tenía claro si podría hacer el tour que comentaban. Como no tenía ninguna forma de averiguar más sobre eso lo deje correr y no volvía a plantearme nada sobre esta gente. Meses después cuando ya me encontraba en Cracovia y fuimos a la Oficina de Turismo vi un panfleto donde salían los chicos que vi en la televisión, pregunte al de la oficina y me dijo que no lo conocía, pero como había un teléfono de la ciudad muy amablemente se molesto en llamar. Después de colgar nos informó que estuviésemos al día siguiente en al puerta de la oficina sobre las 09:00 y que alguien pasaría a recogernos.
Por la mañana temprano estuvimos dudando si acudir o no ya que no teníamos ninguna referencia al respecto, pero pudo más nuestra curiosidad que nuestra responsabilidad. Sobre la hora acordada apareció un coche negro y pequeño, el cual se apeó delante nuestro y de él salió un chico de nuestra edad con una sonrisa de oreja a oreja y nos dijo: " Bienvenidos a vuestro día comunista ", todo por supuesto en un perfecto inglés. Después de ese agradable saludo no pudimos más que meternos en el coche con el chico y rezar para todo saliese bien. Nos comentaron que Nova Huta ( ciudad pegada a Cracovia ) se había empezado a construir en 1949, se taló el bosque donde ahora estaba la ciudad, se construyó una fábrica y se empezaron a construir edificios grises y gigante para albergar a todos los obreros de dicha fábrica.
Nuestra primera parada fue una cafetería que frecuentaban los jefes del partido. Por dentro estaba toda decorada con colores rojos y había un busto que presidia la entrada de Lenin. Nos dijo que viviríamos la experiencia de un día en el comunismo, por lo que antes de desayunar nos ofreció un chupito de vodzka, nosotros muy obedientes nos lo bebimos.
Una vez con el estomago lleno nos paseamos en el coche recorriendo la ciudad mientras nos explicaba que era cada cosa, como funcionaba el sistema y respondía amablemente a las cientos de preguntas que siempre tuve curiosidad por conocer. En uno de los momentos del viaje, tuvimos que parar, saco un metal como si del aceite del coche se tratase y revisó que quedase gasolina. Yo no me había dado cuenta hasta ese momento pero el coche en el que íbamos era de la época de la ciudad y en aquellos tiempos no existía el indicador de la gasolina, por lo que tuvimos que parar muchas veces para comprobar si nos quedaba.
Para seguir con la visita aparcamos el coche dentro de uno de los patios de los edificios y cual fue mi sorpresa cuando entramos en este, subimos por una pequeñas escalera y llegamos a la puerta de un piso. Nos contó que este lugar pertenecía a la abuela de su amigo que era el que había iniciado la compañía de guías de Nova Huta y se había conservado más o menos como cuando su abuela vivía en él. Dentro del piso hicimos dos cosas, una ver en la tele un vídeo antiguo sobre la propaganda que el partido distribuía para convencer a los habitantes de otras ciudades a que se trasladasen a Nova Huta para trabajar en la fábrica y la segunda cosa que hicimos fue volver a beber vodzka, a estas alturas ya íbamos un poco contentos.
Después de esta aventura en el piso nos dispusimos a comer, el lugar era completamente diferente de donde desayunamos por la mañana, era un comedor que subsistía desde aquella época y la verdad es que parecía más un comedor de un lugar de acogida que un restaurante. La comida no fue ninguna maravilla pero la verdad es que era lo menos importante del día.
Por la tarde nos siguió enseñando la ciudad, paseamos por ella y nos explico todo sobre como funcionaba el sistema por dentro y como se vivía en realidad. Como se podía elegir un piso u otro dependiendo de los hijos que tuvieses, como te seleccionaban para otorgarte un coche si eras muy afín al partido....fue una información muy valiosa y sincera de alguien que había vivido sus primeros años de vida metido de lleno en el sistema.
Después de todo el día nos dejo otra vez en Cracovia explicándonos como había nacido la empresa, como su jefe se dedicaba de vez en cuando con algún turista extranjero a dar una vuelta por Nova Huta y como un turista americano le gusto tanto que le dio un dinero para que montase la empresa y pudiese empezar a dedicarse exclusivamente a esto.
Ciudades comunistas en Europa hay cientos pero poder revivir esta época con tanta exactitud y devoción, solo se puede hacer aquí, por lo que os aconsejo a todo el que visite esta ciudad y le atraiga esta época de la historia que no dude ni un segundo en aventurarse con cualquiera de los crazy guides y disfrutar de un día diferente.
Por la mañana temprano estuvimos dudando si acudir o no ya que no teníamos ninguna referencia al respecto, pero pudo más nuestra curiosidad que nuestra responsabilidad. Sobre la hora acordada apareció un coche negro y pequeño, el cual se apeó delante nuestro y de él salió un chico de nuestra edad con una sonrisa de oreja a oreja y nos dijo: " Bienvenidos a vuestro día comunista ", todo por supuesto en un perfecto inglés. Después de ese agradable saludo no pudimos más que meternos en el coche con el chico y rezar para todo saliese bien. Nos comentaron que Nova Huta ( ciudad pegada a Cracovia ) se había empezado a construir en 1949, se taló el bosque donde ahora estaba la ciudad, se construyó una fábrica y se empezaron a construir edificios grises y gigante para albergar a todos los obreros de dicha fábrica.
Nuestra primera parada fue una cafetería que frecuentaban los jefes del partido. Por dentro estaba toda decorada con colores rojos y había un busto que presidia la entrada de Lenin. Nos dijo que viviríamos la experiencia de un día en el comunismo, por lo que antes de desayunar nos ofreció un chupito de vodzka, nosotros muy obedientes nos lo bebimos.
Una vez con el estomago lleno nos paseamos en el coche recorriendo la ciudad mientras nos explicaba que era cada cosa, como funcionaba el sistema y respondía amablemente a las cientos de preguntas que siempre tuve curiosidad por conocer. En uno de los momentos del viaje, tuvimos que parar, saco un metal como si del aceite del coche se tratase y revisó que quedase gasolina. Yo no me había dado cuenta hasta ese momento pero el coche en el que íbamos era de la época de la ciudad y en aquellos tiempos no existía el indicador de la gasolina, por lo que tuvimos que parar muchas veces para comprobar si nos quedaba.
Para seguir con la visita aparcamos el coche dentro de uno de los patios de los edificios y cual fue mi sorpresa cuando entramos en este, subimos por una pequeñas escalera y llegamos a la puerta de un piso. Nos contó que este lugar pertenecía a la abuela de su amigo que era el que había iniciado la compañía de guías de Nova Huta y se había conservado más o menos como cuando su abuela vivía en él. Dentro del piso hicimos dos cosas, una ver en la tele un vídeo antiguo sobre la propaganda que el partido distribuía para convencer a los habitantes de otras ciudades a que se trasladasen a Nova Huta para trabajar en la fábrica y la segunda cosa que hicimos fue volver a beber vodzka, a estas alturas ya íbamos un poco contentos.
Después de esta aventura en el piso nos dispusimos a comer, el lugar era completamente diferente de donde desayunamos por la mañana, era un comedor que subsistía desde aquella época y la verdad es que parecía más un comedor de un lugar de acogida que un restaurante. La comida no fue ninguna maravilla pero la verdad es que era lo menos importante del día.
Por la tarde nos siguió enseñando la ciudad, paseamos por ella y nos explico todo sobre como funcionaba el sistema por dentro y como se vivía en realidad. Como se podía elegir un piso u otro dependiendo de los hijos que tuvieses, como te seleccionaban para otorgarte un coche si eras muy afín al partido....fue una información muy valiosa y sincera de alguien que había vivido sus primeros años de vida metido de lleno en el sistema.
Después de todo el día nos dejo otra vez en Cracovia explicándonos como había nacido la empresa, como su jefe se dedicaba de vez en cuando con algún turista extranjero a dar una vuelta por Nova Huta y como un turista americano le gusto tanto que le dio un dinero para que montase la empresa y pudiese empezar a dedicarse exclusivamente a esto.
Ciudades comunistas en Europa hay cientos pero poder revivir esta época con tanta exactitud y devoción, solo se puede hacer aquí, por lo que os aconsejo a todo el que visite esta ciudad y le atraiga esta época de la historia que no dude ni un segundo en aventurarse con cualquiera de los crazy guides y disfrutar de un día diferente.
La fabrica de Oscar Schindler
Aunque se encuentra ubicada dentro del barrio Kazimierz vale la pena resaltar este lugar. Como ya he dicho anteriormente para hacerse una idea de lo que vivió esta ciudad durante la II Guerra Mundial hay que visionar la película de Steven Spielberg La Lista de Schindler, pues bien ante nosotros tenemos la fábrica real donde Oscar Schindler hacía trabajar a los judíos para confeccionar cacerolas para el ejercito alemán. Ahora esta convertida en un pequeño museo por lo que podremos entrar y dar una vuelta por sus patios interiores y sus edificios. También podremos subir las escaleras como hacía el personaje principal de la película y entrar a su despacho. Cuando estemos recorriendo el barrio judío deberíamos entrar y empaparnos de la historia del lugar.
Kazimierz
Todo aquel que este preguntándose que ver en Cracovia tiene que tener claro que debe recorrer a pie y con tranquilidad el barrio judío de Kazimierz. Esta zona de la ciudad es donde vivía la mayor parte de los judíos y la que se utilizó para hacer el famoso gueto de Cracovia. Deambular por sus calles es toda una experiencia ya que no encontraremos un lugar como este en ninguna otra ciudad europea. Buscar la calle Meiselsa no solo porque fue un decorado vivo de la Lista de Schindler sino porque es quizás la zona más bonita del barrio. En la calle Jozefa podremos encontrar la gran sinagoga. Si seguimos andando llegaremos a la calle Szeroka donde se podrá visitar el cementerio Remu'h y la sinagoga Tempel. Pero si lo que queréis es sobrecogeros el alma deberéis cruzar el Vistula y entrar a la zona donde se inició la deportación de los judías al campo de exterminio de Auswitch. Nada más entrar en esta parte veréis la plaza Bohaterow Getta que esta llena de sillas. Esto es un monumento conmemorativo ya que los judíos esperaban en esta plaza al tren para ser deportados y lo que hacían era sacar las sillas de su casa para poder esperar tranquilamente al tren, estaba claro que ellos no conocían su destino real, ya que pensaban que simplemente se les estaba deportando a otro gueto. Justo en una esquina de la plaza podemos ver la farmacia del gueto. Se conserva como pequeño museo ya que el boticario que la regentaba no era judío, pero durante la ocupación nazi estuvo ayudando a los judíos a costa de poner su propia vida en peligro. Por último podemos ver lo que queda del campo de trabajo de Palszow, aún quedan algunos vestigios en la esquina entre ul. Wielicka y ul. Jerozoliemska al oeste de la estación de Krakow Plaszov. Este es un lugar sobrecogedor de la historia reciente de Europa y debe ser visitado para entender los horrores que podemos llegar a provocar.
Rynek Glowny
Dejando a un lado la parte sobre el holocausto judío la ciudad tiene otras cosas que visitar, pero la verdad no difieren mucho del resto de ciudades centroeuropeas. La primera que debemos conocer es la plaza del mercado (Rynek Glowny). Es una plaza cuadrada de más de 200 metros de lado y esta considerada una de las más grandes que la Edad Media legó a Europa. Es un bonito lugar para pasear, admirar su arquitectura e incluso si queremos callejear por sus laterales y saborear un buen y sabroso plato de comida casera polaca.
Dentro de la plaza encontramos un edificio que esta situado en el centro que es la lonja de los tejidos. Ahora esta lleno de tiendas de souvenirs y un par de cafés pero en el siglo XIV era un lugar importante para la compra y venta de tejidos.
También podemos visitar en esta misma plaza la Iglesia de Nuestra Señora. Antiguamente era una torre de vigilancia donde en 1241 el centinela tocó por última vez la alerta ante la llegada de los tártaros, por este motivo si nos encontramos en una hora en punto en la plaza escucharemos un sonido de corneta que conmemora a este centinela. Aunque es curiosa de ver una cosa esta clara y es que Cracovia esta completamente llena de iglesias por cada esquina, solo hay un lugar que tenga más iglesias por metro cuadrado, Roma.
Dentro de la plaza encontramos un edificio que esta situado en el centro que es la lonja de los tejidos. Ahora esta lleno de tiendas de souvenirs y un par de cafés pero en el siglo XIV era un lugar importante para la compra y venta de tejidos.
También podemos visitar en esta misma plaza la Iglesia de Nuestra Señora. Antiguamente era una torre de vigilancia donde en 1241 el centinela tocó por última vez la alerta ante la llegada de los tártaros, por este motivo si nos encontramos en una hora en punto en la plaza escucharemos un sonido de corneta que conmemora a este centinela. Aunque es curiosa de ver una cosa esta clara y es que Cracovia esta completamente llena de iglesias por cada esquina, solo hay un lugar que tenga más iglesias por metro cuadrado, Roma.
La colina del castillo de Wawel
Al sur de la ciudad de Cracovia encontramos la colina de Wawel con una fortificación. Este lugar fue durante muchos años el núcleo histórico de Polonia ya que antes de trasladar la capital a Varsovia este lugar era en centro político y administrativo del país. Como toda fortificación Europa que se precie dentro tiene casi de todo, una iglesia para expiar los pecados, una capilla, unas criptas con sepulcros de diferentes monarcas y por supuesto un castillo lleno de recovecos que visitar. Como algo curioso debéis preguntar por la cueva del dragón, ya que cuenta la leyenda que había un malvado dragón viviendo en el castillo y que después de engañarlo se ahogó en el río Vistula. Es un buen lugar para pasear si tenemos tiempo, pero si por el contrario decidimos pasar uno o dos días, este es uno de esos lugares totalmente prescindibles, ya que Europa esta lleno de ellos.
Minas de sal de Wieliczka
Este lugar es uno de los más visitados de Polonia. Estas minas de sal son las más antiguas de Europa y dentro de ella podremos ver no solo los corredores típicos de cualquier mina sino también unas estructuras gigantes de más de 50 metros realizadas íntegramente por sal. Es un buen lugar para pasar una mañana desde Cracovia y todo aquel que las ha visitado vuelve encantado, yo por desgracia no tenía tiempo para tanta cosa por lo que decidí dejarlas a un lado y centrarme en lo que más me interesaba. Lo pongo como apunte por aquellas personas que decidan pasar más de dos días en la bonita ciudad de Cracovia.