Desde hace tiempo he visitado países más allá de Alemania para conocer de primera mano lo que era vivir en un régimen comunista, sin embargo aún no había tenido ocasión de disfrutar de la ciudad donde nacía la división de Europa.
Deambular por ciertas calles de esta ciudad es saborear la historia que aún esta viva, tocar el muro de Berlín, pasear por las avenidas soviéticas o dejarte llevar por el famoso monumento al holocausto, son sólo algunas de las aventuras que te esperan visitando esta magnífica ciudad.
1- El muro de Berlín
A día de hoy no se puede entender esta ciudad sin lo que el muro hizo con ella. Un 13 de Agosto de 1961 se creó la frontera entre la República Democrática Alemana y la República Federal Alemana, con lo que muchas familias fueron separadas, simplemente por el propio azar de vivir en una u otra calle de la ciudad. Durante veintiocho años este muro dividió no sólo a una ciudad sino a todo un mundo.
La mejor zona para conocer esta historia es la East Side Gallery, donde podremos ver en persona los murales que sobre el muro pintaron artistas famosos para dejar su sello después del fin de la guerra fría.
Aunque es un lugar concurrido de turistas es impensable visitar la capital de Alemania y no visitar esta galería callejera pintada sobre el lienzo más famoso del mundo.
Deambular por ciertas calles de esta ciudad es saborear la historia que aún esta viva, tocar el muro de Berlín, pasear por las avenidas soviéticas o dejarte llevar por el famoso monumento al holocausto, son sólo algunas de las aventuras que te esperan visitando esta magnífica ciudad.
1- El muro de Berlín
A día de hoy no se puede entender esta ciudad sin lo que el muro hizo con ella. Un 13 de Agosto de 1961 se creó la frontera entre la República Democrática Alemana y la República Federal Alemana, con lo que muchas familias fueron separadas, simplemente por el propio azar de vivir en una u otra calle de la ciudad. Durante veintiocho años este muro dividió no sólo a una ciudad sino a todo un mundo.
La mejor zona para conocer esta historia es la East Side Gallery, donde podremos ver en persona los murales que sobre el muro pintaron artistas famosos para dejar su sello después del fin de la guerra fría.
Aunque es un lugar concurrido de turistas es impensable visitar la capital de Alemania y no visitar esta galería callejera pintada sobre el lienzo más famoso del mundo.
2- Kreuzberg (El barrio turco)
Uno de los lugares más sorprendentes de esta ciudad es el famoso barrio de Kreuzberg. Se encuentra en la zona sur de Berlín y se puede acceder a ella andando o en metro, depende donde tengáis el hotel.
Os encontraréis un lugar lleno de bares con comida extranjera, pubs inolvidables y un ambiente de gente joven con ganas de comerse el mundo. Podéis pasear rodeados de una riqueza cultural única, mientras degustáis una comida griega y finalizáis el día tomando una cerveza en un bar regentado por rusos.
Con respecto monumentos no tiene nada significativo, pero si te gusta tomar una cerveza después de cenar te aconsejo que te busques el hotel por esta zona, ya que estarás en medio de todo el lío nocturno.
Si sois de los que disfrutáis de lugares diferentes en las ciudades que visitáis no podéis perderos este multicultural barrio.
3- Treptower Park
Hay monumentos que sólo pueden ser visto en un lugar y éste es uno de esos. Estamos hablando de un proyecto megalómano que Stalin decidió construir para conmemorar la liberación de la Alemania nazi por parte de los soldados soviéticos. Nada más entrar nos sorprenderá las dimensiones del lugar, pero después de pasar un rato nos daremos cuenta de que está cuidado al detalle. Hay murales con la cara de Lenin, escudos soviéticos y hasta una estatua gigante de un soldado pisando la famosa cruz nazi. Para aquellos que sean amantes de los reductos comunistas estarán ante uno de esos escasos ejemplos de una locura comunista que aún sigue en pie tal cual la idearon.
Se encuentra un poco alejada del centro, ya que si vais a pie tenéis que saber que se encuentra a unos dos kilómetros desde la famosa East Side Gallery, pero os prometo que será uno de esos monumentos que no olvidareis con facilidad.
4- Monumento del Holocausto
El arquitecto Peter EisenmanVisitar intentó plasmar el sufrimiento y la angustia de los judíos construyendo dos mil setecientos once monolitos de hormigón de forma laberíntica. Está claro que nadie que no haya sufrido el holocausto podrá ni siquiera acercarse a sentir lo que esa gente vivió, pero de todos los monumentos a los judíos que he visto por Europa este es el que me parece que más sentido tiene. Recorrer sus pasillos irregulares mientras el frío y la angustia empiezan a crecer dentro de nosotros es la mejor forma que tenemos de ponernos en la piel de esa gente.
Se encuentra ubicada en el mismo centro de la ciudad, por lo que es un monumento fácil de visitar e indispensable en nuestra aventura berlinesa.
5- Karl Marx Allee
Visitar este bulevar puede ser lo más parecido a retroceder cincuenta años y encontrarse deambulando por un barrio construido por los soviéticos. Construido inicialmente con el nombre de Avenida de Stalin era unos bloques de edificios que debían servir para dar cobijo a los camaradas del partido. Como todas las construcciones de ese estilo son frías, grises y gigantes, avenidas de cuatro carriles custodiadas por edificios cuadrados exactamente iguales.
Hay otros lugares en Europa donde ver construcciones parecidas, tan grandes y largas quizás no haya tantas, vale la pena pasarse por aquí para admirar que hace poco el mundo era muy diferente.
6- Puerta de Brandenburgo
Sin lugar a dudas un símbolo de la ciudad y un lugar que con sólo mostrar una foto ya se sabe donde se ha estado, sin embargo no tiene nada de novedoso ni atractivo. No es el típico arco del triunfo, sino que son las antiguas puertas de entrada a la ciudad cuando esta estuvo amurallada, pero teniendo en cuenta toda la historia reciente que tiene la ciudad para ser disfrutada, éste no es más que uno de los tantos monumentos históricos que podemos encontrar en las ciudades europeas.
Uno de sus atractivos es que se encuentra en el mismo centro de la ciudad por lo que todos los turistas pasamos cerca de él y acabamos haciéndonos una foto. Quizás por la noche gane atractivo, ya que la iluminación le dan un toque diferente.
Como digo muchas veces, obligatoria la visita pero nada sorprendente.
7- Estatua de Karl Marx
Entre Alexanderplatz y la iglesia de Berlín encontramos una curiosa estatua de Karl Marx y Engels, padres del pensamiento socialista moderno. Casi escondida en una esquina del parque y sin visitas de turistas os podéis hacer una pequeña foto con estos filosofos que tanto cambiaron la mentalidad de generaciones ya extinguidas.
8- Museo de Pérgamo
Tenía muchas ganas de visitar el museo de Pérgamo ya que había disfrutado mucho del British Museum y esperaba algo similar, sin embargo me encontré con una estafa bien preparada. Para entrar al museo cuesta diecinueve euros y lo único que puedes ver son réplicas y trozos de monumentos perdidos en el tiempo. Lo que más impresiona es la puerta de Babilonia que aunque está bonita el noventa por ciento es reconstrucción, después vas a ver a los grifos y son una réplica de escayola de los originales del British. Por si esto no fuera bastante timo te enseñan una pieza antigua, el código de Hamurabi, y después de toda una explicación te cuentan que es otra réplica de escayola y que el original está en el Louvre. Si a esto le sumamos que la exposición del Altar de Pergamo estaba cerrada, me pareció uno de los mayores engaños que he sufrido estando de viaje, mi recomendación es que no perdáis vuestro tiempo ni vuestro dinero en este lugar.
9- Cafe Sybille
En la avenida de Karl Marx se pueden encontrar muchos reductos de la época soviética y uno de ellos es este cafe donde se reunían los miembros del partido comunista para hablar de política, cultura o cualquier cosa que permitiese el régimen. Hoy en día vuelve a funcionar como cafetería por lo que se puede tomar algo caliente mientras se observa frente a la ventana un edificio gigantesco de la época comunista donde seguramente se uso como lugar administrativo. Dentro del lugar también hay fotos de como era la avenida en los tiempos que se construyó y se explica como inicialmente tenía el nombre del camarada Stalin. Si eres un amante de los temas comunistas no te puedes perder este lugar donde aún se respira una atmósfera diferente