Día 4
Liepaja - Istmo de Curlandia - Kaunas
Hoy tocaba despedirse del báltico visitando las últimas ciudades que teníamos en nuestro itinerario.
Liepaja
Una de las razones para estar por esta ciudad era visitar la famosa Prisión de Karosta. Era una antigua cárcel que se usó durante la ocupación de la Unión Soviética. Hay diferentes opciones para disfrutar de este lugar, podéis hacer un tour guiado, como fue nuestro caso o podéis pasar una noche en uno de sus calabozos. Tiene que ser una opción curiosa, pero nosotros no teníamos tanto tiempo. La visita guiada fue muy buena, porque el guía iba disfrazado de policía de la prisión y os explicaba y casi os obligaba a hacer todo lo que tenían que hacer los presos en la época donde la prisión estaba en funcionamiento. Otro punto muy positivo es que prácticamente no había nadie, eramos un grupo de unos cinco, por lo que la visita fue bastante tranquila y hasta se podía escuchar el silencio que rezumaban las paredes de este escalofriante lugar.
Hoy tocaba despedirse del báltico visitando las últimas ciudades que teníamos en nuestro itinerario.
Liepaja
Una de las razones para estar por esta ciudad era visitar la famosa Prisión de Karosta. Era una antigua cárcel que se usó durante la ocupación de la Unión Soviética. Hay diferentes opciones para disfrutar de este lugar, podéis hacer un tour guiado, como fue nuestro caso o podéis pasar una noche en uno de sus calabozos. Tiene que ser una opción curiosa, pero nosotros no teníamos tanto tiempo. La visita guiada fue muy buena, porque el guía iba disfrazado de policía de la prisión y os explicaba y casi os obligaba a hacer todo lo que tenían que hacer los presos en la época donde la prisión estaba en funcionamiento. Otro punto muy positivo es que prácticamente no había nadie, eramos un grupo de unos cinco, por lo que la visita fue bastante tranquila y hasta se podía escuchar el silencio que rezumaban las paredes de este escalofriante lugar.
Istmo de Curlandia
Cuando terminamos nuestra visita en la prisión teníamos que volver a Lituania, en concreto a Kaunas, pero antes queríamos visitar el famoso Istmo de Curlandia, un trozo de tierra que se mete dentro del mar Báltico. También es curioso porque hace frontera con el territorio de Rusia que está fuera del propio país, conocido como Kalingrado. Una de las visitantes de la carcel también necesita ir a Lituania por lo que la montamos en el coche y le hicimos el favor de llevarla a su destino. Resultó ser una fotógrafa americana que estaba viviendo en Rusia y haciendo reportajes fotográficos a los antiguos satélites soviéticos.
De todos los pueblos del Istmo el más famoso es Nida, no sólo porque es el mejor lugar para comer algo de pescado o marisco fresco, sino también porque tiene el espectacular Parque de Dunas de Curlandia. Escuchar el ruido del mar del norte mientras ves formarse las dunas puede ser un momento para recordar en tu viaje al báltico.
Después de llenar nuestros estómagos con comida local decidimos poner rumbo al aeropuerto a dejar el coche, pasamos nuestra última noche tranquilos en Kaunas con una cerveza local en la mano y nos dispusimos a decir adiós a una tierra llena de historias grabadas con sangre demasiado reciente.