Día 3
Labanoras - Riga - Liepaja
Hoy el día iba a ser más tranquilo, vamos a visitar la capital de Letonia y después disfrutar de un pueblo costero del báltico.
Riga
Después de una buena paliza de coche para cruzar el país llegamos a la capital de Letonia. La verdad es que nos sorprendió mucho, ya que aunque pequeña, estaba llena de vida y atractivos turísticos. El primero que visitamos fue La Catedral de la Natividad de Cristo, una catedral ortodoxa gigante junto a un bonito parque llamado Vermanes Garden. Nuestra segunda visita del día fue el famoso Gueto de Riga, construido sobre las calles que formaban el gueto de la ciudad encontramos murales y vallas con alambre de espinas, simulando la situación que vivieron los judíos de Letonia durante la II Guerra Mundial. Para quitarnos este mal sabor de boca decidimos visitar el famoso Mercado Central, y saciarnos con algo de fruta y comida típica casera que se vendían por todos los puestos de la zona. Para finalizar nos dimos un paseo por el Old City, y hay que reconocer que es realmente bonito. Sus estrechas calles empedradas, sus fachadas espectaculares y su famosa plaza.
Hoy el día iba a ser más tranquilo, vamos a visitar la capital de Letonia y después disfrutar de un pueblo costero del báltico.
Riga
Después de una buena paliza de coche para cruzar el país llegamos a la capital de Letonia. La verdad es que nos sorprendió mucho, ya que aunque pequeña, estaba llena de vida y atractivos turísticos. El primero que visitamos fue La Catedral de la Natividad de Cristo, una catedral ortodoxa gigante junto a un bonito parque llamado Vermanes Garden. Nuestra segunda visita del día fue el famoso Gueto de Riga, construido sobre las calles que formaban el gueto de la ciudad encontramos murales y vallas con alambre de espinas, simulando la situación que vivieron los judíos de Letonia durante la II Guerra Mundial. Para quitarnos este mal sabor de boca decidimos visitar el famoso Mercado Central, y saciarnos con algo de fruta y comida típica casera que se vendían por todos los puestos de la zona. Para finalizar nos dimos un paseo por el Old City, y hay que reconocer que es realmente bonito. Sus estrechas calles empedradas, sus fachadas espectaculares y su famosa plaza.
Liepaja
Después de tres horas de viaje llegaos por fin al mar báltico. Es una pequeña ciudad donde poder disfrutar de ver el mar y rodearte de gente rusa. En esta pequeña ciudad se habla casi más ruso que letón, ya que casi todo el mundo que ha quedado son reductos de poblaciones rusas que vienen aquí para pasar las vacaciones. Para cenar elegimos un bar que ya ni existe y saboreamos algo de la comida local. Para finalizar la noche decimos ir a un bar a tomar un par de cervezas y dar por concluido el día. Eso sí, elegimos un hotel realmente bonito y acogedor el famoso Boutique Hotel Roze.