Día 2
Reikiavik - Kalfafell
Después de un descanso de apenas cinco horas y un copioso desayuno decidimos empezar nuestra visita a la isla.
Habíamos reservado con la web Car Rental Iceland que no es una agencia de alquiler de coches, sino más bien como un portal que te reserva con otras compañías. A nosotros nos contrató con Blue Car Rental, que resultó espectacular y encima se encontraba a cinco minutos andando desde el hotel, por lo que todo salió perfecto.
Después de los pertinentes trámites, que realizaron con eficacia y rapidez emprendimos nuestra marcha hacía el interior de la isla. Para recorrer la isla hay una carretera llamada la número 1 que da toda la vuelta a la isla. Está bien asfaltada y se puede conducir con cualquier tipo de vehículo, pero por el contrario si tienes más tiempo y quiere recorrer las tierras del interior necesitarás un todoterreno, ya que las carreteras son peores y en algunas ocasiones necesitaréis cruzar algún pequeño río. Nuestra intención era dar toda la vuelta a la isla, pero debido a un temporal polar de viento y nieve que azotó el norte, solo pudimos llegar hasta la parte Noreste del país y desde allí tuvimos que volver por la misma carretera, sin dar toda la vuelta a la isla.
Aeropuerto internacional de Keflavik - Selfoss ( 1 hora y 30 minutos )
Lo primero que había que hacer es llenar el maletero de comida, por lo que procedimos a ir al pueblo más grande que nos pillaba de camino Selfoss. Hay diferentes supermercados en Islandia, Bonus, Kronan, Netto.... todo el mundo recomienda Bonus porque es el más barato, pero a nosotros nos gustó mucho más Kronan, porque por un precio similar la calidad se notaba mucho mejor. Como aún no sabíamos nada de eso, fuimos directamente al Bonus de Selfoss y llenamos el maletero de comida, sobre todo sándwiches, dulces y agua. Descansados, el coche de alquiler lleno de gasolina y el maletero a rebosar de comida ya podíamos empezar a conocer de primera mano el país de los duendes.
Después de un descanso de apenas cinco horas y un copioso desayuno decidimos empezar nuestra visita a la isla.
Habíamos reservado con la web Car Rental Iceland que no es una agencia de alquiler de coches, sino más bien como un portal que te reserva con otras compañías. A nosotros nos contrató con Blue Car Rental, que resultó espectacular y encima se encontraba a cinco minutos andando desde el hotel, por lo que todo salió perfecto.
Después de los pertinentes trámites, que realizaron con eficacia y rapidez emprendimos nuestra marcha hacía el interior de la isla. Para recorrer la isla hay una carretera llamada la número 1 que da toda la vuelta a la isla. Está bien asfaltada y se puede conducir con cualquier tipo de vehículo, pero por el contrario si tienes más tiempo y quiere recorrer las tierras del interior necesitarás un todoterreno, ya que las carreteras son peores y en algunas ocasiones necesitaréis cruzar algún pequeño río. Nuestra intención era dar toda la vuelta a la isla, pero debido a un temporal polar de viento y nieve que azotó el norte, solo pudimos llegar hasta la parte Noreste del país y desde allí tuvimos que volver por la misma carretera, sin dar toda la vuelta a la isla.
Aeropuerto internacional de Keflavik - Selfoss ( 1 hora y 30 minutos )
Lo primero que había que hacer es llenar el maletero de comida, por lo que procedimos a ir al pueblo más grande que nos pillaba de camino Selfoss. Hay diferentes supermercados en Islandia, Bonus, Kronan, Netto.... todo el mundo recomienda Bonus porque es el más barato, pero a nosotros nos gustó mucho más Kronan, porque por un precio similar la calidad se notaba mucho mejor. Como aún no sabíamos nada de eso, fuimos directamente al Bonus de Selfoss y llenamos el maletero de comida, sobre todo sándwiches, dulces y agua. Descansados, el coche de alquiler lleno de gasolina y el maletero a rebosar de comida ya podíamos empezar a conocer de primera mano el país de los duendes.
Selfoss - Keldur ( 45 minutos )
El primer lugar al que queríamos ir era al antiguo pueblo de Keldur. Es un lugar tranquilo y sin apenas turismo pero su importancia radica en que fue uno de los primeros asentamientos de la isla y aún conserva las construcciones típicas de la zona, casitas de madera con césped en el techo. Esto era así para mantener la temperatura interior más calidad y conseguir un aislamiento mejor. Para llegar hay que salirse de la carretera principal ( carretera número 1 ) y recorrer una pequeña carretera mal asfaltada y con baches, pero que se puede cruzar con cualquier tipo de coche.
El pueblo está un poco abandonado, es decir no tiene pinta de que nadie cobre entrada ni se mantenga restaurado, pero eso le da un toque diferente y hace que podáis disfrutarlo sin compañía ni turistas. El lugar es tan idílico y bonito que nosotros decidimos comer en el prado y disfrutar de las vistas de las montañas nevadas que se habrían ante nuestros ojos.
Keldur - Seljalandsfoss ( 30 minutos )
Por fin íbamos a ver nuestra primera cascada, la espectacular Seljalandsfoss. Está justo la lado de la carretera principal por lo que lo único que tenemos que hacer es parar el aparcamiento habilitado para ello y dar un paseo de unos minutos hasta la base de dicha cascada. Recordar que tenéis que pagar el aparcamiento con tarjeta de crédito y dejar el justificante en el salpicadero, como si de una zona azul española se tratase.
Después del pago pertinente uno se puede ir acercando poco a poco al lugar y maravillarse con el espectacular ruido que hacer al caer tal cantidad de agua contra el suelo. Lo mejor para disfrutarla es darle la vuelta por un camino señalizado para tal fin, ya que podréis ver como el agua ha ido destruyendo la roca durante cientos de años, eso sí, asegúrate de ir bien cubierto porque acabará mojándote hasta la ropa interior.
Una vez fuera de la cascada podéis seguir por el camino paralelo a la montaña para descubrir la otra cascada famosa de la zona, la oculta Gljufurarbui. Es menos espectacular que su predecesora y aunque mucha gente comenta que antiguamente había poco turismo, cuando nosotros estuvimos había casi una cola para acceder a su interior. Lo bonito es que se encuentra metida entre un pequeño cañón que termina en un río, pero debido a ello tendrás que mojarte hasta los tobillos para poder disfrutarla desde su interior. Ya estamos empezando a ver las maravillas de la naturaleza que esconde esta singular isla.
Seljalandsfoss - Skogafoss ( 20 minutos )
Hoy tocaba visitar otra de las famosas cataratas del sur de Islandia, pero antes pasaríamos junto al volcán Eyjafjallajökull, famoso por bloquear durante cinco días el espacio aéreo europeo provocando la cancelación de más de cien mil vuelos. Lo más curioso del volcán es que en su parte alta esta lleno de nieve durante todo el año, dando una sensación más de montaña invernal más que de volcán.
Después de las fotos de rigor seguimos nuestro viaje hacía una de las cascadas más fotografiadas de Islandia, Skogafoss. Desde la propia carretera se ve esta impresionante cascadas que cae a plomo sobre un río ancho, pero poco profundo. Quizás lo más significativo de este lugar es que se puede subir por unas escaleras en su parte derecha y podemos apreciar este monstruo de la naturaleza desde su parte más alta. Si nos fijamos bien se puede ver que la senda sigue su curso detrás de la cascadas, esta ruta se conoce como Fimmvorduhais, pero se recomienda no hacerla sin guías de la zona ya que hay un par de pasos complicados de cruzar.
Skogafoss - Vik ( 30 minutos )
De camino por la carretera circular la siguiente parada es el bonito pueblo de Vik. Es una pequeña aglomeración de casas sobre una bonita playa de arena negra que contrasta con los tejados de colores de sus vivienda. Un poco antes del pueblo deberemos visitar la famosa Playa de Reynisfjara. Sobre una arena negra nos encontramos con las increíbles olas del océano atlántico que azotan esta costa de manera salvaje. Junto a la playa podemos disfrutar de unas columnas de basalto producidas por el rápido enfriamiento del magma volcánico. El mejor momento del día para visitar este lugar es el atardecer, ya que los colores del cielo islandés con el contraste del negro de la arena os harán recordar este lugar para siempre.
A pocos minutos en coche se llega al pueblo en sí, donde podréis ir a la zona de la iglesia y hacer alguna foto bonita del lugar, ya que por lo demás Vik no tiene ningún interés turístico.
Vik - Kalfafell ( 1 hora )
Para estar más cerca de las actividades del día siguiente decidimos viajar un rato más por carretera, ya que no teníamos nada que ver ese día. Este tipo de cosas las he hecho muy a menudo en mis viajes por Europa, pero la verdad es que debido a las carreteras islandesas y el mal tiempo que suele hacer no fue una gran idea.
Sea como fuere a la hora de viaje llegamos a nuestro destino, el hotel Fosshotel Nupar. Una pequeñas casas ubicadas frente a una zona montañosa donde te daba la sensación de estar completamente asilado del mundo. No había un lugar mejor para terminar nuestro primer día de ruta por este espectacular país.