Consejos
Sin lugar a dudas realizar el Camino de Santiago es una experiencia increíble, pero siempre es bueno leer ciertos consejos antes de enfrentarse con los cientos de kilómetros que nos esperan.
Forma física: Un factor a tener muy en cuenta es el estado físico de la persona que decide realizar el Camino. Debido a que no hay casi desnivel y las etapas se pueden hacer casi tan cortas como uno quiera el camino está preparado para casi todo el mundo. Digo casi porque aunque con un mínimo de preparación se puede hacer también es cierto que cuanto más preparado estés más disfrutaras del viaje.
Mochila: Hay cientos de opiniones al respecto. Yo soy partidario de que la mochila no debe pesar mucho, la regla del 10% de tu peso corporal me parece un gran acierto. Lo digo sobre todo por dos motivos, el primero es que llevar una mochila muy pesada hará que las caminatas se hagan muy duras y segundo porque recordar que siempre estaréis entre la civilización, por lo que podréis comprar todo lo que necesitéis en cualquier pueblo por el que paséis.
Estos son los objetos que yo llevé:
- Jabón para lavar la ropa
- Frontal
- Chanclas para las duchas comunes
- Zapatillas cómodas y usadas. Los caminos que recorreréis serán senderos muy pisados por lo que no creo que sea una buena opción elegir unas botas de montañas altas, ya que son pesadas y no ayudaran a vuestros pies.
- Zapatillas de repuesto
- Pinzas para tender la ropa
- Dos mosquetones en la mochila para tender la ropa si aún no se había secado
- Tres camisetas de manga corta
- Dos sudaderas
- Una chaqueta impermeable
- Impermeable para la mochila
- Dos pantalones de montaña finoas
- Gorra para el sol
- Saco de dormir
- Tres calzonacillos
- Tres pares de calcetines
- Crema solar
- Neceser: champú para ducharte, zepillo de dientes...
- Cargador y batería externa
Guía de mano: No es obligatorio llevar una guía de bolsillo, pero la verdad es que a mí me fue muy útil, ya que cambiamos la ruta un par de veces sobre la marcha y pude planificar esos cambios muy bien con el libro. Yo utilice El camino de Santiago en tu mochila, camino portugués de Anton Pombo.
Amazon
Albergues: Todos los albergues en los que estuvimos fueron realmente cómodos y todos tenían un mismo precio, cinco euros por noche. El único que no nos gustó fue el de Barcelos, pero a cinco minutos al lado había un albergue de la asociación de montañeros de Portugal, que por el mismo precio te dejaba dormir en unas instalaciones nuevas y espectaculares. Hay un factor importante y es que muchos albergues tienen toque de queda, preguntarlo antes de salir ya que nosotros no lo sabíamos y en Barcelos casi no podemos entrar a domir.
Orientación: Yo llevaba todas las etapas guardadas en el reloj, pero realmente no hizo falta para nada, ya que cada esquina, cada bifurcación o cada curva esta llena de flechas amarillas, que hacen que sea prácticamente imposible perderse.
Forma física: Un factor a tener muy en cuenta es el estado físico de la persona que decide realizar el Camino. Debido a que no hay casi desnivel y las etapas se pueden hacer casi tan cortas como uno quiera el camino está preparado para casi todo el mundo. Digo casi porque aunque con un mínimo de preparación se puede hacer también es cierto que cuanto más preparado estés más disfrutaras del viaje.
Mochila: Hay cientos de opiniones al respecto. Yo soy partidario de que la mochila no debe pesar mucho, la regla del 10% de tu peso corporal me parece un gran acierto. Lo digo sobre todo por dos motivos, el primero es que llevar una mochila muy pesada hará que las caminatas se hagan muy duras y segundo porque recordar que siempre estaréis entre la civilización, por lo que podréis comprar todo lo que necesitéis en cualquier pueblo por el que paséis.
Estos son los objetos que yo llevé:
- Jabón para lavar la ropa
- Frontal
- Chanclas para las duchas comunes
- Zapatillas cómodas y usadas. Los caminos que recorreréis serán senderos muy pisados por lo que no creo que sea una buena opción elegir unas botas de montañas altas, ya que son pesadas y no ayudaran a vuestros pies.
- Zapatillas de repuesto
- Pinzas para tender la ropa
- Dos mosquetones en la mochila para tender la ropa si aún no se había secado
- Tres camisetas de manga corta
- Dos sudaderas
- Una chaqueta impermeable
- Impermeable para la mochila
- Dos pantalones de montaña finoas
- Gorra para el sol
- Saco de dormir
- Tres calzonacillos
- Tres pares de calcetines
- Crema solar
- Neceser: champú para ducharte, zepillo de dientes...
- Cargador y batería externa
Guía de mano: No es obligatorio llevar una guía de bolsillo, pero la verdad es que a mí me fue muy útil, ya que cambiamos la ruta un par de veces sobre la marcha y pude planificar esos cambios muy bien con el libro. Yo utilice El camino de Santiago en tu mochila, camino portugués de Anton Pombo.
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Albergues: Todos los albergues en los que estuvimos fueron realmente cómodos y todos tenían un mismo precio, cinco euros por noche. El único que no nos gustó fue el de Barcelos, pero a cinco minutos al lado había un albergue de la asociación de montañeros de Portugal, que por el mismo precio te dejaba dormir en unas instalaciones nuevas y espectaculares. Hay un factor importante y es que muchos albergues tienen toque de queda, preguntarlo antes de salir ya que nosotros no lo sabíamos y en Barcelos casi no podemos entrar a domir.
Orientación: Yo llevaba todas las etapas guardadas en el reloj, pero realmente no hizo falta para nada, ya que cada esquina, cada bifurcación o cada curva esta llena de flechas amarillas, que hacen que sea prácticamente imposible perderse.