Día 3
Mostar - Sarajevo
Por fin llegó el día que tanto había estado esperando. Cuando realicé el interrail por Europa del Este coincidí con unas chicas en un tres cama que venían de Sarajevo y me contaron lo espectacular que era la ciudad y lo diferente que les había parecido del resto de Europa, no les faltaba razón. Sarajveo es un lugar que no se puede describir, hay que vivirlo.
Por un lado tenemos la reciente guerra de los balcanes, con su dureza, sus historias estremecedores y los recuerdos de una lucha que enfrentó a vecinos y amigos por lo largo y ancho de la ciudad. Si eso no fuese suficiente nos encontramos una cultura clásica basada en la ocupación otomana que le dio una riqueza cultural inigualable. Sus mezquitas, edificios y plazas así lo atestiguan. Pero lo mejor de todo es el crisol cultural que se respira por la ciudad ya que en el mismo centro de ésta uno puede encontrar una mezquita, una catedral cristiana y otra ortodoxa viviendo en total paz y armonía. Supongo que esta gente que está cansada de la guerra se dio cuenta de que la mejor manera de vivir era en comunidad con todas las opiniones y culturas que la rodeaban.
Para visitar la ciudad hay dos partes claramente diferenciadas, la parte otomana y la zona externa a ella. En la primera se puede ver el casco antiguo con su cultura musulmana mientras que en la otra encontramos la zona más dañada por la guerra y todos los reductos que quedaron. Como íbamos a pasar dos días en la capital de Bosnia, decidimos utilizar el primer día para la parte musulmana y la segunda para la parte occidental.
Zona Otomana
Debido a que el imperio otomano fue el regidor de esta parte de Europa durante cuatrocientos años encontramos un casco antiguo puramente musulmán donde podremos apreciar su cultura y costumbres. A diferencia de otros países un poco más cerrados, aquí podremos deambular por donde queramos y visitar tanto mezquitas como lugares sagrados. La mejor manera de poder empaparte un poco más de sus costumbres es contratar un guía local y que sea él quien te enseñe como se vivía en esa época, nosotros contactamos con Neno ([email protected]) y la verdad es que su amabilidad y paciencia fue espectacular. Sin lugar a dudas lo recomiendo para pasar una tarde divertida y llena de historias de una época ya extinguida en la ciudad de Sarajevo.
Barrio Bascarsija
Este barrio es la parte más auténtica de toda la zona otomana. Pequeños comercios en casa de una altura, plazas para disfrutar de la vida al aire libre o mezquitas con sus famosas llamadas a la oración. La mejor manera de empezar a conocer la ciudad es dejarse caer por sus estrechas calles, tomar un té en alguna pequeña tetería y sobre todo saborear algún plato típico como el cevapcici. Aquí empezaremos nuestro viaje al pasado.
Bazar Kujndziluk
La mejor manera de conocer la ciudad es recorrerla a pie, dejándote deambular por las calles que veas más interesantes y una de ellas es la famosa Kujndziluk. Suelo empedrado, calle peatonal y decenas de terrazas a los lados. Sin lugar a dudas debéis recorrer esta calle que os llevará directamente al puente viejo.
Mezquita Koski Mehmed Pasa
Una de las bellezas de la ciudad es observar los minaretes que sobresalen por los techos de las casas y uno de los más bonitos es el de la Mezquita Koski Mehmed Pasa. Es un gran complejo religioso que podemos conocer por nuestra cuenta, entrar en la mezquita, conocer el patio donde se lavan antes de la ceremonia y sobre todo ascender al minarete. Desde el punto más alto de la torre de la mezquita podremos tener una perspectiva más interesante de toda la ciudad, con su río, su puente y la pequeña colina que hay en la otra ladera del río. Sin lugar a dudas un punto indispensable,
Casa Kajtaz
Si queréis ver como se vivía en una casa otomana en la antigüedad debéis visitar este lugar. Una pequeña residencia con su patio para disfrutar del verano, sus habitaciones, su cocina baja y sobre todo su zona de recreo con sus ventanas al exterior que sin lugar a dudas te trasporta a otro tiempo y te la imaginas llenas de gente charlando mientras disfrutan de un sabroso té.
Por fin llegó el día que tanto había estado esperando. Cuando realicé el interrail por Europa del Este coincidí con unas chicas en un tres cama que venían de Sarajevo y me contaron lo espectacular que era la ciudad y lo diferente que les había parecido del resto de Europa, no les faltaba razón. Sarajveo es un lugar que no se puede describir, hay que vivirlo.
Por un lado tenemos la reciente guerra de los balcanes, con su dureza, sus historias estremecedores y los recuerdos de una lucha que enfrentó a vecinos y amigos por lo largo y ancho de la ciudad. Si eso no fuese suficiente nos encontramos una cultura clásica basada en la ocupación otomana que le dio una riqueza cultural inigualable. Sus mezquitas, edificios y plazas así lo atestiguan. Pero lo mejor de todo es el crisol cultural que se respira por la ciudad ya que en el mismo centro de ésta uno puede encontrar una mezquita, una catedral cristiana y otra ortodoxa viviendo en total paz y armonía. Supongo que esta gente que está cansada de la guerra se dio cuenta de que la mejor manera de vivir era en comunidad con todas las opiniones y culturas que la rodeaban.
Para visitar la ciudad hay dos partes claramente diferenciadas, la parte otomana y la zona externa a ella. En la primera se puede ver el casco antiguo con su cultura musulmana mientras que en la otra encontramos la zona más dañada por la guerra y todos los reductos que quedaron. Como íbamos a pasar dos días en la capital de Bosnia, decidimos utilizar el primer día para la parte musulmana y la segunda para la parte occidental.
Zona Otomana
Debido a que el imperio otomano fue el regidor de esta parte de Europa durante cuatrocientos años encontramos un casco antiguo puramente musulmán donde podremos apreciar su cultura y costumbres. A diferencia de otros países un poco más cerrados, aquí podremos deambular por donde queramos y visitar tanto mezquitas como lugares sagrados. La mejor manera de poder empaparte un poco más de sus costumbres es contratar un guía local y que sea él quien te enseñe como se vivía en esa época, nosotros contactamos con Neno ([email protected]) y la verdad es que su amabilidad y paciencia fue espectacular. Sin lugar a dudas lo recomiendo para pasar una tarde divertida y llena de historias de una época ya extinguida en la ciudad de Sarajevo.
Barrio Bascarsija
Este barrio es la parte más auténtica de toda la zona otomana. Pequeños comercios en casa de una altura, plazas para disfrutar de la vida al aire libre o mezquitas con sus famosas llamadas a la oración. La mejor manera de empezar a conocer la ciudad es dejarse caer por sus estrechas calles, tomar un té en alguna pequeña tetería y sobre todo saborear algún plato típico como el cevapcici. Aquí empezaremos nuestro viaje al pasado.
Bazar Kujndziluk
La mejor manera de conocer la ciudad es recorrerla a pie, dejándote deambular por las calles que veas más interesantes y una de ellas es la famosa Kujndziluk. Suelo empedrado, calle peatonal y decenas de terrazas a los lados. Sin lugar a dudas debéis recorrer esta calle que os llevará directamente al puente viejo.
Mezquita Koski Mehmed Pasa
Una de las bellezas de la ciudad es observar los minaretes que sobresalen por los techos de las casas y uno de los más bonitos es el de la Mezquita Koski Mehmed Pasa. Es un gran complejo religioso que podemos conocer por nuestra cuenta, entrar en la mezquita, conocer el patio donde se lavan antes de la ceremonia y sobre todo ascender al minarete. Desde el punto más alto de la torre de la mezquita podremos tener una perspectiva más interesante de toda la ciudad, con su río, su puente y la pequeña colina que hay en la otra ladera del río. Sin lugar a dudas un punto indispensable,
Casa Kajtaz
Si queréis ver como se vivía en una casa otomana en la antigüedad debéis visitar este lugar. Una pequeña residencia con su patio para disfrutar del verano, sus habitaciones, su cocina baja y sobre todo su zona de recreo con sus ventanas al exterior que sin lugar a dudas te trasporta a otro tiempo y te la imaginas llenas de gente charlando mientras disfrutan de un sabroso té.
Ciudad Nueva
Aunque la parte más interesante y bonita de la ciudad es el casto antiguo, el resto de Mostar también tiene otros atractivos turísticos, sobre todo relacionados con la guerra. Si decidís pasar una noche tendréis tiempo de sobra de visitarlos, pero si por el contrario sólo queréis pasar el día, quizás os debáis centrar en el centro histórico.
Plaza de España
Esta bonita plaza se llama así porque fue el gobierno de España quien la construyó para ayudar con la reconstrucción de la ciudad una vez acabada la guerra. Pasear por ella y admirar los edificios que la rodean es una bonita forma de conocer el nuevo Mostar. Aquí se nota ya que no hay casi turistas y que estamos hablando del lugar donde la gente local hace su vida, de compras, tomar cerveza o comer en algún restaurante local.
Torre de los francotiradores
Ahora mismo no es más que un edificio abandonado y en ruinas, pero en la época de la guerra fue el conocido como Sniper Tower. Aquí se ponían los francotiradores serbios para abatir a cualquier ciudadano bosnio que intentaba cruzar de una parte a otra de la ciudad. Era costumbre de estos abatir primero a los niños en las piernas, ya que los padres acudían a ayudarles, por lo que podían disparar contra ellos y por lo tanto matar tanto a unos como otros. La crudeza de la guerra fue realmente que se llevó a cabo dentro de las ciudad y sus victimas eran civiles que se encontraban intentado sobrellevar el hambre y el miedo que se había apoderado de sus vidas.
Cementerio Partisano
Otro monumento interesante de esta zona es el conocido como Cementerio Partisano, donde se encuentran enterrados los soldados soviéticos que pertenecieron a la antigua Yugoslavia de Tito. Ahora mismo se encuentra casi destruido y sin limpiar de vegetación, ya que supongo que para los bosnios es un recuerdo de la época que estuvieron bajo el yugo serbio. Aunque hay que reconocer que la dejadez del lugar es un aliciente más para el turista.