Día 2
Dubrovnik - Mostar
Hoy era el día que tanto habíamos estado esperando, nos íbamos a adentrar en Bosnia. Nuestra primera parada sería Mostar y aunque el plato fuerte sería Sarajevo, queríamos hacernos una idea con la visita a esta ciudad antigua.
La mejor manera de hacerlo es ir en autobús desde Dubrovnik, ya que la duración es de unas tres horas y podríamos aprovechar para ver por la ventana los daños que la guerra hizo en esta zona de Europa.
Nada más llegar a Mostar te das cuenta de que estas en un país muy diferente a Croacia, tanto en la gente, como en su cultura, porque no hay que olvidar que estábamos entrando en un país musulmán.
Debido a la cercanía con Dubrovnik muchos cruceros ofrecen pasar el día en Mostar, por lo que también la ciudad se llena de turistas, mientras que la noche es tranquila y silenciosa. Si tenéis tiempo os aconsejo que durmáis una noche en este reducto bosnio, ya que os hará conocer un poco más la cultura de sus habitantes.
Para visitar la ciudad hay dos zonas completamente diferencias, el centro histórico y el resto de la ciudad.
Old Town
La mayoría de atracciones turísticas se encuentra en el casco antiguo de la ciudad. Aquí podrás trasladarte a una época antigua donde el imperio otomano era el esplendor de esta parte de Europa. Sin lugar a dudas recorrer sus calles empedradas o visitar sus mezquitas harán del viaje a Mostar un viaje a un pasado que nuestra generación jamás conoció.
Puente viejo
Si hay algo famoso en esta ciudad es el Puente viejo. Todas las fotos que uno encuentra cuando busca en Google es de ese puente otomano que une las dos orillas del río Neretva. En la época de la guerra fue destruido y hasta que se pudo reconstruir se usó un puente colgante. Se tiene que cruzar para ver la otra parte de la ciudad y también se puede bajar a la rivera del río y hacer fotos desde abajo, donde se podrá apreciar realmente la altura de esta imponente construcción. No os preocupéis de ir a buscarlo, ya que lo cruzareis en diferentes ocasiones mientras visitáis la ciudad.
Bazar Kujndziluk
La mejor manera de conocer la ciudad es recorrerla a pie, dejándote deambular por las calles que veas más interesantes y una de ellas es la famosa Kujndziluk. Suelo empedrado, calle peatonal y decenas de terrazas a los lados. Sin lugar a dudas debéis recorrer esta calle que os llevará directamente al puente viejo.
Mezquita Koski Mehmed Pasa
Una de las bellezas de la ciudad es observar los minaretes que sobresalen por los techos de las casas y uno de los más bonitos es el de la Mezquita Koski Mehmed Pasa. Es un gran complejo religioso que podemos conocer por nuestra cuenta, entrar en la mezquita, conocer el patio donde se lavan antes de la ceremonia y sobre todo ascender al minarete. Desde el punto más alto de la torre de la mezquita podremos tener una perspectiva más interesante de toda la ciudad, con su río, su puente y la pequeña colina que hay en la otra ladera del río. Sin lugar a dudas un punto indispensable,
Casa Kajtaz
Si queréis ver como se vivía en una casa otomana en la antigüedad debéis visitar este lugar. Una pequeña residencia con su patio para disfrutar del verano, sus habitaciones, su cocina baja y sobre todo su zona de recreo con sus ventanas al exterior que sin lugar a dudas te trasporta a otro tiempo y te la imaginas llenas de gente charlando mientras disfrutan de un sabroso té.
Hoy era el día que tanto habíamos estado esperando, nos íbamos a adentrar en Bosnia. Nuestra primera parada sería Mostar y aunque el plato fuerte sería Sarajevo, queríamos hacernos una idea con la visita a esta ciudad antigua.
La mejor manera de hacerlo es ir en autobús desde Dubrovnik, ya que la duración es de unas tres horas y podríamos aprovechar para ver por la ventana los daños que la guerra hizo en esta zona de Europa.
Nada más llegar a Mostar te das cuenta de que estas en un país muy diferente a Croacia, tanto en la gente, como en su cultura, porque no hay que olvidar que estábamos entrando en un país musulmán.
Debido a la cercanía con Dubrovnik muchos cruceros ofrecen pasar el día en Mostar, por lo que también la ciudad se llena de turistas, mientras que la noche es tranquila y silenciosa. Si tenéis tiempo os aconsejo que durmáis una noche en este reducto bosnio, ya que os hará conocer un poco más la cultura de sus habitantes.
Para visitar la ciudad hay dos zonas completamente diferencias, el centro histórico y el resto de la ciudad.
Old Town
La mayoría de atracciones turísticas se encuentra en el casco antiguo de la ciudad. Aquí podrás trasladarte a una época antigua donde el imperio otomano era el esplendor de esta parte de Europa. Sin lugar a dudas recorrer sus calles empedradas o visitar sus mezquitas harán del viaje a Mostar un viaje a un pasado que nuestra generación jamás conoció.
Puente viejo
Si hay algo famoso en esta ciudad es el Puente viejo. Todas las fotos que uno encuentra cuando busca en Google es de ese puente otomano que une las dos orillas del río Neretva. En la época de la guerra fue destruido y hasta que se pudo reconstruir se usó un puente colgante. Se tiene que cruzar para ver la otra parte de la ciudad y también se puede bajar a la rivera del río y hacer fotos desde abajo, donde se podrá apreciar realmente la altura de esta imponente construcción. No os preocupéis de ir a buscarlo, ya que lo cruzareis en diferentes ocasiones mientras visitáis la ciudad.
Bazar Kujndziluk
La mejor manera de conocer la ciudad es recorrerla a pie, dejándote deambular por las calles que veas más interesantes y una de ellas es la famosa Kujndziluk. Suelo empedrado, calle peatonal y decenas de terrazas a los lados. Sin lugar a dudas debéis recorrer esta calle que os llevará directamente al puente viejo.
Mezquita Koski Mehmed Pasa
Una de las bellezas de la ciudad es observar los minaretes que sobresalen por los techos de las casas y uno de los más bonitos es el de la Mezquita Koski Mehmed Pasa. Es un gran complejo religioso que podemos conocer por nuestra cuenta, entrar en la mezquita, conocer el patio donde se lavan antes de la ceremonia y sobre todo ascender al minarete. Desde el punto más alto de la torre de la mezquita podremos tener una perspectiva más interesante de toda la ciudad, con su río, su puente y la pequeña colina que hay en la otra ladera del río. Sin lugar a dudas un punto indispensable,
Casa Kajtaz
Si queréis ver como se vivía en una casa otomana en la antigüedad debéis visitar este lugar. Una pequeña residencia con su patio para disfrutar del verano, sus habitaciones, su cocina baja y sobre todo su zona de recreo con sus ventanas al exterior que sin lugar a dudas te trasporta a otro tiempo y te la imaginas llenas de gente charlando mientras disfrutan de un sabroso té.
Ciudad Nueva
Aunque la parte más interesante y bonita de la ciudad es el casto antiguo, el resto de Mostar también tiene otros atractivos turísticos, sobre todo relacionados con la guerra. Si decidís pasar una noche tendréis tiempo de sobra de visitarlos, pero si por el contrario sólo queréis pasar el día, quizás os debáis centrar en el centro histórico.
Plaza de España
Esta bonita plaza se llama así porque fue el gobierno de España quien la construyó para ayudar con la reconstrucción de la ciudad una vez acabada la guerra. Pasear por ella y admirar los edificios que la rodean es una bonita forma de conocer el nuevo Mostar. Aquí se nota ya que no hay casi turistas y que estamos hablando del lugar donde la gente local hace su vida, de compras, tomar cerveza o comer en algún restaurante local.
Torre de los francotiradores
Ahora mismo no es más que un edificio abandonado y en ruinas, pero en la época de la guerra fue el conocido como Sniper Tower. Aquí se ponían los francotiradores serbios para abatir a cualquier ciudadano bosnio que intentaba cruzar de una parte a otra de la ciudad. Era costumbre de estos abatir primero a los niños en las piernas, ya que los padres acudían a ayudarles, por lo que podían disparar contra ellos y por lo tanto matar tanto a unos como otros. La crudeza de la guerra fue realmente que se llevó a cabo dentro de las ciudad y sus victimas eran civiles que se encontraban intentado sobrellevar el hambre y el miedo que se había apoderado de sus vidas.
Cementerio Partisano
Otro monumento interesante de esta zona es el conocido como Cementerio Partisano, donde se encuentran enterrados los soldados soviéticos que pertenecieron a la antigua Yugoslavia de Tito. Ahora mismo se encuentra casi destruido y sin limpiar de vegetación, ya que supongo que para los bosnios es un recuerdo de la época que estuvieron bajo el yugo serbio. Aunque hay que reconocer que la dejadez del lugar es un aliciente más para el turista.